Una de las preguntas que con más frecuencia nos solemos hacer es la de saber si es necesario dejar que las uñas respiren. Y si no nos la hemos hecho antes es porque no somos de las adictas al esmalte, a las uñas de gel o al esmalte permanente. Pues bien, aprovechando el artículo publicado por la revista americana NAILS en el cual he decidido apoyarme, a continuación os transcribo los argumentos científicos que echarán abajo más de una falsa creencia.
Cuando nos hemos acostumbrado a llevar las uñas esmaltadas, ya sea con esmalte normal o permanente o incluso mantenerlas con gel durante largas temporadas, a más de una nos ha asaltado la pregunta de si es bueno dejar la uña al natural para que respire y recobre su «salud natural».
Doug Schoon, científico e investigador especializado en la industria cosmética de las uñas, asegura que el 100% del oxígeno que la matriz necesita para crear la uña viene a través de la circulación sanguínea. Por lo tanto, las uñas no necesitan oxígeno que respirar para que estén sanas. El oxígeno que necesitan lo toman a través de la circulación sanguínea directamente y no del aire.
Pero…¿por qué entonces cuando nos quitamos las uñas de gel después de haberlas llevado durante meses o incluso años, notamos las nuestras más blandas? Pues bien, esto tiene también fácil explicación: cuando llevamos sobre nuestra uña cualquier tipo de esmalte o gel, la hidratación y aceites naturales que nuestro cuerpo produce penetran, desde la matriz hacia la uña, más lentamente. Esto hace que el nivel de hidratación se incremente en un 10-15%. Veréis que al cabo de a penas 12 horas de haber quitado todo, notamos como nuestra uña recobra la dureza habitual. Y de no ser así, pueden que nos las hayamos limado en exceso al quitar el gel y afinado la uña natural.
Por otro lado, también nos puede surgir duda en cuanto a la necesidad de aportarles nutrientes externos a través de endurecedores, vitaminas…etc. La respuesta científica es que muchos de estos productos contienen vitaminas como la vitamina E que funciona como antioxidante y barrera frente a productos químicos como detergentes y jabones de uso cotidiano. No contienen un valor nutricional pero sirven a preservar la uña frente a agentes externos. Igual que lo hacen los esmaltes o los sistemas de gel para la uña.
En conclusión y partiendo desde el principio que la uña no necesita respirar, no debería haber ningún problema en llevar siempre esmalte, permanente o normal, gel o cualquier otro sistema, siempre y cuando estos se apliquen correctamente y se cuiden siguiendo los protocolos e instrucciones de un profesional.
Photos: Nenha