Desafortunadamente, tarde o temprano, por una razón o por otra todas sufrimos de manos secas y por consiguiente de esas arrugas tan antiestéticas que se van instalando y que tanto nos delatan. Tratar las manos secas y arrugadas hoy en día es algo que está al alcance de todos y con un poco de voluntad y perseverancia podemos evitar los estragos del frío y de la edad.
Aunque esta problemática varía en función del tipo de piel que tengamos, el factor hereditario y los cuidados que le hayamos dado a nuestras manos, tarde o temprano es algo que todas acabaremos por experimentar. ¿Pero hay realmente una manera de evitar o retrasar el proceso de envejecimiento de la piel y de nuestras manos? ¿Qué podemos hacer para evitar que la piel de nuestras manos se vuelva cada vez más gruesa y las arrugas más profundas?
Estas son algunas causas que lo provocan:
1. Los productos químicos de limpieza que utilizamos casi a diario. Los lavavajillas, los detergentes y otros productos químicos de limpieza, destruyen la capa protectora de la piel que nos proteje de la deshidratación y sus consecuencias.
2. El clima: en verano nuestra piel está más expuesta a los rayos ultravioletas. Degradan el colágeno de los tejidos y causan la aparición de manchas. Durante el invierno, la circulación sanguínea es más lenta, lo que nos lleva a tener la piel mucho más seca.
3. Los cambios hormonales: principalmente cuando llega la menopausia, los niveles de estrógenos se reducen y esto conlleva igualmente a la reducción de la producción de colágeno y elastina.
4. La edad: la deshidratación y la flacided se acentúan. La renovación celular se frena gradualmente.
No podemos luchar contra el paso del tiempo, pero podemos intentar minimizar los efectos nocivos causados por agentes que sí podemos controlar. Entre ellos está el reducir la utilización de productos químicos directamente sobre nuestras manos (detergentes, productos de limpieza…etc); y esto es tan simple como ponerse guantes.
Con el avance de la ciencia, contamos hoy en día con revolucionarios tratamientos que no paran de mejorar y son extraordinariamente eficaces. Otros por el contrario deberían formar parte de nuestos hábitos cotidianos, y son tan simples como ponerse crema.
1. La biorevitalización: tratamientos específicos de alto impacto que por medio del láser y de las inyecciones de ácido hialurónico hacen que la piel recobre hidratación y active los niveles de colágeno devolviéndole toda su elasticidad.
2. Mesoterapia: se inyectan sueros compuestos de vitaminas y minerales que dan a la piel mayor elasticidad y luminosidad.
3. Peelings químicos: ayudan a renovar las capas superficiales de la epidermis y a borrar manchas y otros signos del envejecimiento.
4. Baños de parafina: es uno de los métodos más antiguos y eficaces que se pueden hacer incluso en casa. La parafina permite a la piel recobrar su hidratación natural dejándola suave y mejorando la circulación sanguínea con pocas sesiones.
5. Remedios de la abuela: sumergir las manos en aceite tibio, de oliva o almendra, y dormir con guantes finos de algodón. Vuestras manos estarán irreconocibles por la mañana. Con repetir la operación 3 veves por semana vuestras manos se transformarán. ¡Y no es broma!
En resumidas cuentas, creo que lo más importante con lo que deberíais quedaros es que, si queremos prevenir el envejecimiento prematuro, los gestos esenciales que deberíamos adoptar son el utilizar guantes para evitar el contacto con agentes agresivos y ponernos crema en las manos todos y cada uno de los días del año. Al fin y al cabo, ¿no nos lavamos los dientes todos los días?
Photos: Nenha
