No todas las manicuras son iguales. Mientras que muchas personas optan por soluciones rápidas y básicas que cumplen una función estética momentánea, hay quienes buscan algo más: precisión, durabilidad y un nivel de detalle que solo técnicas avanzadas pueden ofrecer. La manicura rusa y las uñas de gel se sitúan en ese nivel superior, pensado para quienes entienden que la perfección requiere tiempo, conocimiento y el uso de productos de alta calidad. En este post, te contaremos por qué estas técnicas se destacan, qué las diferencia y cómo elegir la que mejor se ajusta a lo que estás buscando.
La manicura rusa se destaca por su meticulosidad. A diferencia de la manicura convencional, que solo empuja o corta las cutículas de manera superficial, la manicura rusa se enfoca en una limpieza profunda y exhaustiva de la cutícula en seco. Utilizando fresas de diamante o incluso combinaciones de tijeras y alicates, esta técnica garantiza un acabado impecable y duradero. Pero ojo, es una técnica que requiere un nivel de destreza elevado, y no cualquiera puede realizarla correctamente.
¿Por qué es tan popular? Porque el resultado es impresionante: uñas limpias, sin restos de cutículas visibles. Además, es común que después de la preparación de la cutícula, se aplique una capa de gel para fortalecer y proteger la uña, prolongando la vida de tu manicura, corrigiendo imperfecciones y proporcionando un esmaltado que roza la perfección.
Tipos de gel utilizados sobre la uña:
Por otro lado, las uñas de gel son la elección perfecta para aquellas que buscan una durabilidad extrema y la posibilidad de personalizar la forma y longitud de sus uñas. Con esta técnica, puedes optar por un esmaltado de gel que dura semanas o extensiones que permiten una gran variedad de estilos, como uñas en forma de stiletto o bailarina.
Dependiendo de tus necesidades, el profesional elegirá el gel más adecuado para ti, siempre teniendo en cuenta el tipo de uña y los resultados que deseas.
Contrario a lo que muchos piensan, la manicura rusa y las uñas de gel no son técnicas excluyentes, sino que se complementan perfectamente. La manicura rusa prepara la cutícula y la uña natural de forma minuciosa, lo que garantiza una base perfecta para la aplicación del gel. De esta forma, el gel se adhiere mejor y el resultado final es mucho más duradero.
Similitudes:
Diferencias:
Tanto la manicura rusa como las uñas de gel implican un nivel de especialización elevado. Los profesionales que dominan estas técnicas han pasado por una formación intensiva y continua. Además, los productos utilizados, como los esmaltes en gel de alta calidad o las fresas eléctricas y lámparas UV, son mucho más avanzados que los que se usan en una manicura básica. Por otro lado, son técnicas que precisan también más tiempo, entre 1h30 y hasta 3h de duración.
Cuando pagas por una manicura rusa o unas uñas de gel, estás invirtiendo en:
Alrededor de estas técnicas han surgido ciertos mitos que es importante desmentir:
La decisión depende de tus necesidades y estilo de vida. Si buscas una manicura limpia y perfecta sin necesidad de extensiones, la manicura rusa es la opción ideal. Si prefieres un estilo que te permita experimentar con la longitud y forma de tus uñas, las uñas de gel son lo que necesitas.
Lo más importante es acudir siempre a un profesional cualificado. Tanto la manicura rusa como las uñas de gel requieren un nivel de experiencia y conocimiento técnico que garantizan no solo un resultado estético impecable, sino también la salud de tus uñas.
La clave para disfrutar de unas uñas perfectas está en elegir la técnica adecuada y confiar en manos expertas. Tanto la manicura rusa como las uñas de gel son soluciones avanzadas que ofrecen durabilidad, belleza y protección, siempre y cuando se realicen correctamente.
¿Todavía tienes dudas? Ven a Nenha y consulta con nuestros profesionales. Te ayudaremos a tomar la mejor decisión para tus uñas, siempre con la máxima calidad y cuidado.